Hongos en Veracruz
La psilocibina, compuesto que contienen los hongos, tiene propiedades curativas ya explotadas por culturas ancestrales. Ahora los científicos, a pesar de las trabas legales, la prueban para tratar enfermedades como la depresión o la ansiedad.
El compuesto que contienen los hongos mágicos y que provoca los efectos alucinógenos, la psilocibina, tiene potentes propiedades que antiguas culturas ya explotaron como remedio medicinal, y que ahora los científicos han empezado a probar para tratar la depresión, las migrañas, la ansiedad a causa de un cáncer y por la adicción a drogas como el alcohol o la cocaína.
La psilocibina, si se administra de forma controlada, en un entorno clínico y con las dosis adecuadas, puede «reconfigurar» el cerebro de las personas con depresión y eliminar el bucle de pensamientos negativos que retroalimentan la enfermedad.
En un estudio que se realizo por los científicos Nutt y Robin Carhart-Harris, donde utilizaron la resonancia magnética para introducirse dentro del cerebro en pleno viaje sicodélico y ver qué cambia. Observaron que la psilobicina suprime la actividad en una zona, la corteza pre-frontal medial, habitualmente hiperactiva en las personas que padecen depresión.
También «actúa en la producción de serotonina —neurotransmisor que las personas con depresión producen en menor cantidad—», explica a VICE News Magí Farré, jefe del Servicio de farmacología clínica del hospital Germans Trias i Pujol, ubicado en la ciudad española de Badalona.
«En dosis bajas es cuando se cree que puede tener un potencial terapéutico», puntualiza. Por otro lado, este alucinógeno natural, tiene un poder evocador que «también permitiría recuperar recuerdos para trabajarlos»
El uso terapéutico de la psilocibina no es nada nuevo. En diferentes culturas, la medicina tradicional los ha utilizado para sanar. Desde la civilización azteca, pasando por la popular María Sabina en México, hasta sanadoras de la misma Península Ibérica hace apenas 20 años, según un estudio realizado por Juan Andrés Oria de Rueda, catedrático de micología de la Universidad de Valladolid, en el que ha recogido testimonios de mujeres ancianas que en el pasado ejercieron como curanderas en Extremadura, Ávila y Zamora.
«Este tipo de hongos se han utilizado sobre todo para dolores de cabeza, se trata de especies autóctonas muy comunes en México, como el Psilocibe Semilanceata, a los que llamaban Fungueiru o Hongo de la Tía Juana, y que están muy presente en zonas con pastizales, porque crecen sobre todo gracias a los excrementos del ganado», explica a VICE News Oria de Rueda. «Está comprobado su interés para tratar las migrañas en racimo, que son cefaleas tan fuertes que incluso ha habido casos en los que han llevado al suicidio», explica Oria.
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